Cuando me enteré de un concurso literario organizado por una asociación canaria mi imaginación se despertó. En un primer momento pensé que no sería complicado escribir un microrelato de 500 palabras, pero luego me di cuenta que se estaba hablando de 500 caracteres. Difícil difícil. Además incluyendo signos de puntuación y espacios.

Así escribí el relato, accedí a la página de Facebook donde había que publicarlo y con un ‘copia y pega’ conseguí mi borrador, que excedía los 500 caracteres. Fui entonces recortando on-line hasta que el sistema me permitió publicar el relato.

Aquí, la versión antes de los recortes presupuestarios…

 

01 USEDTodo empezó cuando los extraterrestres llegaron al Teide y aparcaron su pequeña nave en la ladera del volcán.

Como es bien sabido los canarios somos muy hospitalarios, así que no pudimos resistirnos a ir a conocerles y entregarles unos cuantos dones de nuestra tierra; aquí solían llegar extranjeros pero nadie viniendo de tan lejos.

Pensamos que tendrían hambre y sed. Nada más conocernos nos pudimos entender con el lenguaje universal de la amistad.

Ahora la nave nodriza está enviando mensajes que no podemos entender, y tenemos miedo a que un malentendido les lleve a arrasar la Tierra.

¿Quién iba a pensar que nuestro vino les iba a gustar tanto?